

El Castaño es una de las especies frondosas más apreciadas en el área mediterránea debido a su gran importancia socioeconómica, cultural y medioambiental. Dentro del territorio nacional, Huelva es la provincia con mayor superficie de castaño protegida (5.182,20 ha). Estos castañares se encuentran íntegramente localizados en el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, de los que 5.111,95 ha son de titularidad privada y tan solo 70,25 hectáreas se encuentran en terreno público.
En los últimos años el área ocupada por el castaño ha sufrido una importante regresión.
Para asegurar su conservación y conseguir un uso sostenible de los recursos del castaño es necesario conocer su estado de conservación, identificar las amenazas (daños) y los usos presentes o potenciales.
Una de los principales retos a los que se enfrentan los castañares onubenses es el aumento de la incidencia de enfermedades. Una de las más importantes y extendidas es la denominada “Tinta” causada por los patógenos Phytophthora cinnamomi y P. cambivora. Además de la Tinta, el Chancro causado por Cryphonectria parasitica es otra de las enfermedades que afectan al castaño.
En las zonas afectadas se observan áreas con numeroso arbolado muerto o con síntomas de decaimiento: Focos de enfermedad. En estas zonas, los árboles sintomáticos presentan ramas y ramillas puntisecas, hojas más pequeñas que amarillean progresivamente y a veces se caen prematuramente, aborto de frutos y ramas muertas. Dado el carácter inespecífico de estos síntomas, es necesaria la identificación del agente que está causando el problema sanitario.


Aunque estas dos enfermedades están consideradas como las más importantes de los castañares andaluces, no deben pasarse por alto otras, ya que el desarrollo de una infección depende de muchos factores, por lo que otros patógenos existentes pueden ser menos importantes ahora, pero podrían convertirse en un peligro si confluyen las condiciones que favorecieran la aparición de epidemias.
Es importante identificar la causa de la mortandad de los árboles en los focos y delimitar su extensión, para poder definir que actuaciones de lucha o control son las adecuadas.
Montarsa medioambiente